Los problemas asociados al tracto digestivo son uno de los motivos de consulta al veterinario más frecuentes en la actualidad y pueden estar ocasionados por diversos factores, con diferente gravedad. La mayoría de los perros sufrirá algunos de estos problemas en algún momento de su vida, con sintomatología muy variada y con diferentes tratamientos en función de la causa de la enfermedad.
Los cambios bruscos de alimentación producen un desequilibrio en la microbiota del tracto gastrointestinal, que ocasiona la sintomatología asociada a problemas digestivos, fundamentalmente la presencia de diarreas.
La mayoría de los problemas digestivos asociados al cambio de alimentación no revisten especial gravedad y suelen ser procesos autolimitantes que no requieren tratamiento específico. No obstante, estos problemas pueden alterar el comportamiento del animal y su calidad de vida y puede afectar al ritmo de vida de sus propietarios. Para prevenir estos problemas resulta de utilidad incorporar la nueva alimentación de forma progresiva y administrar a los animales tratamientos de soporte y suplementos que favorezcan el restablecimiento de una microbiota equilibrada y sana.
Nuestro estudio
Se realizó un estudio en 46 perros sanos que llevan una alimentación estándar a base de pienso. Se introdujo un nuevo pienso en su dieta y se realizaron dos grupos de animales: el grupo control fue alimentado con el nuevo pienso exclusivamente y el grupo suplementado recibió el mismo pienso, pero suplementado con el posbiótico INGUBAL durante los dos meses de realización del estudio.
Resultados clínicos
En el grupo control un 31,82 % de los animales presentó diarrea cuando se introdujo el nuevo pienso, a diferencia del grupo suplementado con INGUBAL canis, donde solo un 16,67 % de los perros mostró este síntoma. La administración de INGUBAL canis mediante el pienso logró reducir la presencia de diarreas asociadas al cambio de dieta en un 47,61 %, lo que supone un riesgo relativo 1,9 veces superior de presentar diarreas en los animales no suplementados.

Figura 1. Aparición de síntomas gastrointestinales en ambos grupos de estudio tras el cambio de alimentación al finalizar el estudio
Ninguno de los animales mostró variaciones en el peso relevantes ni cambios en el apetito, ni ningún otro síntoma compatible con enfermedades asociadas.
Conclusión
El resultado clínico más destacable fue una reducción de las diarreas ocasionadas por el cambio de alimentación en los animales que fueron suplementados. El cambio de dieta provoca una disbiosis que puede derivar en la aparición de síntomas gastrointestinales. Una microbiota sana compuesta por bacterias beneficiosas mejora la actividad enzimática del tracto gastrointestinal y además estabiliza la función de barrera intestinal, mejorando los procesos de absorción de nutrientes y evitando el paso de sustancias nocivas.